¡Genial! Muy cerquita de ti encuentras un precioso columpio balancín, ¡es super chulo!, está pintado de muchos colores y es perfecto para ti, puedes ver que hay un duende muy divertido sentado al otro lado. Nuestro nuevo amigo se llama “Charlie”, y te observa con una amplia sonrisa, esperando a que decidas montarte para jugar con él . Charlie quiere enseñarte un nuevo juego, muy divertido, él lo llama: ¡Cambiando de gafas!, jajaja… Charlie, al acercarnos y tocar el botón mágico del columpio, nos explica, cómo a veces sin darnos cuenta, vemos siempre las cosas de forma muy muy muy negativa, muchas veces sin darnos cuenta, estamos siempre fijándonos en lo que sale mal, en los errores que cometemos nosotros, o que comenten los otros, y claro , haciendo las cosas de esta manera, no nos damos cuenta, de que también hacemos cosas muy bien, y que también pasan cosas muy buenas en nuestra vida. Al fin y al cabo, todo depende, de la forma de mirar las cosas, por eso Charlie , nos ofrece una gafas mágicas, que nos podemos poner, para ver las cosas con un estilo… llamémoslo más positivo. ¿Estás preparado?, cuando lo estés, móntate en el columpio, cuélgate del cuello las gafas y ¡empezamos a jugar! ¿preparados? ¿listos? ¡ya!

Subimos y pensamos en algo, que nos ponga triste, por ejemplo, habernos equivocado en ese ejercicio o ficha de clase …¡uff, qué pena piensas!, a veces hasta nos sentimos un poco tontos por haber fallado, y eso nos pone tristes y malhumorados, pero Charlie te pide que te pongas las gafas … y cuando lo haces… ¡guau! ¡increíble! ¡es mágico! ¡Puedes ver y darte cuenta, de muchas cosas, ¡que antes no veías! Por ejemplo, ahora te das cuenta que gracias a ese error, te fijaste dónde estaba el fallo, y ahora ya puedes hacerlo mucho mejor; además, una compañera de clase, gracias a que tú te equivocaste, aprendió cómo hacerlo, ¡porque a ella le daba mucha vergüenza preguntar!. Otro aspecto que descubres como positivo, es que gracias a que te equivocaste en ese ejercicio, hiciste otros a posteriori bien, cuando aprendiste de tu error, y seguro que tu letra o tu atención, mejoró mucho en comparación con otros días, así que … “No importa si nos equivocamos, siempre que aprendamos de nuestros errores y queramos mejorar” … ¡Felicidades por no rendirte y por seguir teniendo fe, en que ¡lo puedes hacer mucho mejor! Cuando ya lo hayas respirado mucho con la barriguita y lo hayas entendido, si te apetece, te bajas del columpio. Ahora…¡te sientes fabulosamente bien !, así que te quitas las gafas, para devolvérselas a Charlie pero él te pide que digas en voz alta, otras cosas que creas que has hecho mal, y que te subas al balancín nuevamente, una vez que lo hayas dicho, vuelve a ponerte las gafas y comenta lo que ves.

Quien te esté ayudando a hacer la meditación, puede aportar también su opinión positiva.

Le damos al niño, el tiempo que necesite, y la posibilidad de que vea, todas las opciones de aprendizaje o de afrontamiento al estrés, que se le ocurran, y le ayudamos a verlo de forma muy positiva. Cuando termine leemos: Bueno, Charlie está super orgulloso de ti, dice que has hecho un ejercicio super difícil, y que le gustaría regalarte las gafas mágicas, para que las puedas usar siempre que quieras, pero recuerda que son mágicas, así que, a partir de este preciso momento… ¡se harán invisibles a los ojos de todos menos los tuyos!. Charlie te mira concentrado a ver si quieres recibirlas claro, al fin y al cabo tú decides cómo quieres vivir. Si decides aceptar este maravilloso regalo, podrás usarlas siempre que las necesites, sin que nadie se dé cuenta de que las llevas puestas. ¡Guau !, ¡te regala estas gafas mágicas invisibles en el mundo humano!, que podrás usar siempre que lo desees para ver tu vida de una forma más positiva ¡Qué regalo tan fascinante! Ahora tomamos unas respiraciones profundas para relajarnos y sentirnos descansados y tranquilos. Damos unos 7 u 8 minutos al niño en silencio … Cuando ya sientas que has terminado el juego, volvemos a respirar profundamente y nos desperezamos unos segundos, volviendo al momento presente tranquila y relajadamente.